“Examíname, Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis
pensamientos. Ve si hay en mí camino de perversidad y guíame en el camino
eterno”(Salmos 139:23,24).
1. Hoy es el primer día del nuevo año y una buena manera
de comenzar es haciéndonos un autoexamen.
2. La primera pregunta que nos debemos hacer es: ¿qué
pienso yo de mi mismo? ¿Qué concepción tengo yo de mi mismo?, ¿cómo me veo a mi mismo? ¿Qué imagen guardo yo acerca de mí?
3. Tú eres lo que piensas que eres y actúas según tus
pensamientos. ¿Cuáles son mis
pensamientos predominantes acerca de mí y de mi mundo? Y ¿cómo ayudan estos a
lograr las metas y objetivos que me puesto para este nuevo año?
4. Estas son preguntas muy importantes porque nos dan una
visión clara de lo que somos, de lo que pensamos acerca de nuestro mundo, y de
lo que somos capaces de lograr; por que “de la abundancia del corazón habla la
boca” (Lucas 6:45).
5. Pues es en el corazón del hombre donde moran sus
pensamientos y lo que pensamos acerca de nosotros mismos, y acerca de nuestras
capacidades y talentos se establecerá para nosotros y se afirmará.
6. Yo he aprendido por medio de la experiencia personal
que aquello en lo que enfoco mis pensamientos crece. Hace muchos años, después
de graduado de la Universidad tuve el deseo de ir a los Estados Unidos a hacer
una maestría.
7. Todos mis pensamientos se enfocaron en buscar una
Universidad para hacer mi maestría. Pude identificarla pero necesitaba
admisión. Mi mente siguió maquinando y viaje a una entrevista. Y fui aceptado.
8. Pero de más esta decir que durante este proceso se
rompieron muchas barreras. Mi enfoque y mis pensamientos estaban en lograr una
maestría.
9. No pasaron varios meses en que yo estaba en la
Universidad estudiando lo que tanto deseaba.
10. La vida nos lleva a muchos lugares, pero nuestros
pensamientos van con nosotros a donde quiera que vayamos, porque tus
pensamientos son tu vida. La vida que viví como estudiante de maestría comenzó
en mis pensamientos.
11. Y por eso es muy importante que a menudo te hagas un
auto examen para determinar dónde estás y adonde quieres llegar. Para que
analices cuales son tus pensamientos predominantes en ese momento de tu vida.
12. Podrías estar tan frustrado y deprimido; y hasta
podías exclamar que con los pensamientos que sostienes no vas a ninguna parte.
13. Charles Fillmore nos dice: “Cuando las personas se
desarrollan espiritualmente hasta cierto grado, abren sus facultades internas
que los conectan con la Mente cósmica, y alcanzan resultados que a veces son
tan sorprendentes que parecen ser milagrosos. (Prosperidad p. 70)”
14. Por esta razón es importante seguir conociendo cada
vez más a Dios y unificándonos en mente, pensamiento y acción. De esta manera
estaremos alcanzando resultados sorprendentes en nuestra vida.
15. Cuando Jesús dijo: “Vosotros me llamáis Maestro y
Señor, y decís bien, porque lo soy”” Jesús se concibió a Sí mismo como lo que
dijo que era, porque “de la abundancia del corazón habla la boca” citando Sus
propias palabras”.
16. Cuando Jesús dijo: “Yo soy el camino, la verdad y la
vida; nadie viene al Padre sino por mí;”(Juan 14:6) se concibió como el
Señalador del Camino. Y lo fue y lo sigue siendo.
17. Cuando Jesús dijo: “El que me ha visto a mí ha visto
al Padre” no solamente pensó y se concibió como la imagen de Dios sino también
como su semejanza; y sus obras así lo confirmaron.
18. Y nuevamente te pregunto, ¿que concepción tienes de ti
mismo, que piensas acerca de ti? Porque tu pensamiento es tu vida. Si no te ha
gustado la vida que has vivido, entonces tampoco te habrán gustado los
pensamientos que has sostenido en tu mente.
19. A medida que nos vamos desarrollando espiritualmente
aprendemos a conectarnos con la Fuente. Si estamos llenos de problemas, sepamos
que a medida que nos conectamos con la Fuente, Dios nos dará las soluciones
para resolver nuestros problemas.
20. Hoy es un buen
día para hacer un inventario de las bendiciones que el pasado año te ha dejado.
Si lo haces conscientemente te podrás asombrar de todas las cosas buenas que
han llegado a tu vida.
21. Mira este nuevo año como si fueses a tener una
experiencia enriquecedora. Procura balancear tu vida. Primero atiende tu vida
espiritual, trázate una y no más de dos metas que puedas cuantificar y un
tiempo para su realización.
22. Así mismo, dale un vistazo a las otras áreas que
componen tu vida. Atiende tu vida social y familiar, tu vida profesional, tu
bienestar económico y físico entre otros.
23. No lo hagas muy complicado. Mantén la sencillez para
que te sea fácil monitorear el progreso. Pero sobre todo mantén tus
pensamientos enfocados en los resultados que deseas alcanzar. Visualízalos ya
hechos.
24. Comienza a actuar conforme a los resultados que deseas
alcanzar; y te sorprenderás cómo el universo comienza a responder a tus deseos.
25. Todos hemos tenido este tipo de experiencias
sorprendentes que parecen milagrosas. Pero por alguna razón nuestros
pensamientos se han desenfocado.
26. Mantén tu enfoque en Dios; y no seas muy formal con
él. Las formalidades crean un sentido de separación. Habla con Dios como si
estuvieses hablando contigo mismo.
27. Después de todo Él está dentro de ti. Procura
establecer conscientemente una intimidad con Dios y permite que Él forme parte
de tus planes.
28. Afirma continuamente: Dios es la substancia y la Fuente de mi provisión. Visualiza la
actividad del Espíritu Santo trayendo y proveyendo los recursos que necesitas
para llevar a cabo tus planes y lograr alcanzar los resultados que deseas.
29. Porque después de todo; tu pensamiento es tu vida. Y
tienes el perfecto derecho de vivir la vida que deseas, por eso Dios te ha dado
el libre albedrío. Pero recuerda que más allá de los planes que puedas
establecer por medio de tu conciencia personal Dios tiene mayores y mejores
planes para ti.
30. Y puedo afirmarlo con seguridad porque escrito está: “«Como son más
altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros
caminos y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.»”(Is. 55:9)
31. Déjate llevar
por la guía de Dios. Suelta el temor y la duda, confía en Dios y el hará.
32. Jesús enfatizó en Su enseñanza que el Padre ha
provisto abundantemente para todas nuestras necesidades, dale una oportunidad
que Dios provea para ti.
33. En amor, en unidad y en verdad demos gracias a Dios
por la oportunidad de un nuevo comienzo, pero sobre todo por la bendición de
vivir un día a la vez. ¡Dios les bendice! ¡Amén!
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